La ansiedad se define como un estado de agitación o inquietud que altera nuestro estado de ánimo.
No toda la ansiedad es perjudicial para nuestro cuerpo y mente, cierto nivel de ansiedad es positiva, una pequeña inquietud ayuda en situaciones complicadas a salir airosos. Nos ayuda a estar alerta ante posibles peligros o atentos a acontecimientos importantes.
La ansiedad negativa provoca un miedo exagerado e irracional ante un acontecimiento (como miedo a hablar en público, a subir en ascensor, un problema en el trabajo…) que a parte de las reacciones psicológicas se acompaña de reacciones físicas (sudores, palpitaciones, temblores, molestias gástricas…) ante la expectativa de que algo catastrófico suceda aunque sea muy poco probable.
A partir de la ansiedad negativa se pueden derivar trastornos, como:
- Trastorno de pánico.
- Trastorno obsesivo-compulsivo.
- Trastorno de estés postraumático.
- Fobia social.
- Trastorno de ansiedad genaralizada.
Consejos y estrategias que pueden ayudar a mejorar la ansiedad:
–El ejercicio físico : favorece la liberación de hormonas como las endorfinas y la serotonina. Es un aliado idóneo para disminuir los episodios de ansiedad. Ayudará a evitar el exceso de activación del sistema nervioso y a conseguir un sueño más reparador. Si el estado físico no lo permite se puede realizar ejercicio suave y breve.
–El sueño y los hábitos de alimentación: una alimentación saludable y equilibrada nos ayudará a controlar síntomas gastrointestinales que se asocian con estados de ansiedad.
En relación al sueño, los beneficios de dormir bien son muchos, si la ansiedad no deja dormir (o el pensamiento de que no podemos dormir, no deja dormir) se puede optar por alguna actividad como escuchar música tranquila o leer que te permita distraer la mente hasta que te duermas.
–Método de distracción: Con la lectura, ocio, pasear, parada de pensamiento…podemos interrumpir, aunque sea de forma temporal, el pensamiento que provoca ansiedad.
– Meditación o Mindfulness o atención plena. Esta disciplina entrena la mente para vivir «el aquí y el ahora» y ser más consciente de las emociones, sin emitir juicios. Lo ideal es practicarla en un ambiente relajado, silencioso y cómodo. Adoptar la actitud Mindfulness, que promueve la atención en el momento presente, sin juzgar, y con compasión hacia uno mismo y hacia los demás. Invertir 10, 15 o 20 minutos al día para el propio bienestar no es tanto.
En un ambiente relajado, donde te asegures de que nadie te va a molestar, céntrate en tu respiración, en las sensaciones corporales, en el sonido o en un objeto y práctica la atención plena.
Ejercicios: “Un minuto de mindfulness”, este ejercicio lo puedes practicar en cualquier lugar y en cualquier momento de la vida diaria. Cerrando los ojos y centrándote en tu respiración en tan solo 1 minuto de práctica.
“Actividad mindfulness”, por ejemplo centrándote en el momento del desayuno, solo en ello, sin distracciones, en silencio, centrándote en los olores, el sabor, el tacto, sintiéndolos.
“Escaneo corporal”, es mejor que sea guiada, la puedes encontrar en youtube.